La verdad sobre la "leche” de almendra: ¿Qué estamos tomando realmente?

ADIVINEN CUAL SI RECOMIENDO

Cuando pensamos en la "leche de almendra", automáticamente nos viene a la mente una alternativa saludable, natural y perfecta para quienes buscan cuidar su alimentación. Pero, ¿Alguna vez te has detenido a revisar los ingredientes de las marcas más comunes?

Lo que no sabías sobre la "leche de almendra"

Es importante recordar que aunque le llamemos "leche vegetal", técnicamente no es un lácteo. Se trata de una bebida a base de extractos vegetales (en este caso, almendra) diluidos en agua. Y aunque el agua y las almendras son ingredientes saludables por sí mismos, el problema viene con los aditivos extras que muchas marcas incluyen para mejorar el sabor, la textura o la durabilidad del producto.

Aunque los aditivos aprobados son generalmente seguros, algunos de ellos siguen siendo objeto de estudio por sus efectos a largo plazo en nuestra salud, por lo que se recomienda reducir su consumo. Cuanto más largo es el listado de ingredientes, mayor es la probabilidad de que contenga cosas que realmente no necesitas.

Aquí te dejo la lista de ingredientes de algunas marcas que se venden en México, es posible que si esa marca se vende en tu país la lista de ingredientes varíe un poco.

*marcas comerciales, usualmente no asociadas a productos “healthy”

*marcas usualmente asociadas a productos “healthy”

Como ven la mayoría contiene 1 o varios de los siguientes:

  • Estabilizantes y emulsionantes para mejorar la textura.

  • Azúcares añadidos o edulcorantes para hacerla más agradable al gusto.

  • Conservadores para extender su vida útil.

Esto significa que, aunque el empaque pueda decir "100% natural" o "sin lactosa", no necesariamente es tan saludable como suena.

¿Entonces, es una opción saludable?

Depende. Si buscas una alternativa para evitar los lácteos, la "leche de almendra" puede ser una buena elección. Para mujeres con condiciones como lipedema u otros problemas hormonales, es importante saber que la caseína presente en la leche de vaca puede contribuir a la inflamación. Y si eres intolerante a la lactosa o es por preferencias dietéticas pues ni hablar: las leches vegetales se vuelven una opción casi obligatoria.

Quiero aclarar que no estoy en contra de las leches vegetales; de hecho, yo misma las consumo de vez en cuando.

Antes de pasar a algunos tips para elegir mejor, quiero compartir las dos versiones que encontré y que sí recomendaría evaluando solo su lista de ingredientes (sin considerar la tabla nutricional o el sabor, porque de eso ya tengo otras favoritas, jajaja). Y recordando que hacerla en casa sigue siendo la mejor opción:

Ahora entonces aquí te dejo mis sugerencias a la hora de elegir:

  1. Revisa las etiquetas: Busca opciones con pocos ingredientes. Lo ideal es que contenga agua, almendras y sal.

  2. Evita los azúcares añadidos: Muchas versiones endulzadas tienen más azúcar de lo que crees. Opta por las versiones "sin azúcar" o "sin endulzar".

  3. Aceptar que el contenido de almendra no es prioridad: Cuanta más almendra es mejor, pero recordar que la estamos tomando por gusto y no por sus beneficios. Un puñado de almendras posiblemente sea hasta mejor opción.

  4. Hazla en casa: Si realmente quieres algo natural, hacer tu propia bebida de almendra es más fácil de lo que imaginas.

Una alternativa, no un sustituto

Es importante mencionar que la "leche” de almendra no es un sustituto directo de la leche de vaca. Aunque suene atractivo, no tiene los mismos nutrientes, como proteínas, calcio o vitamina D.

Si estás buscando una fuente de estos nutrientes, tal vez debas complementar tu dieta con otros alimentos ricos en ellos.

Conclusión

La "leche de almendra" puede ser una buena elección para quienes buscan evitar los lácteos pero no necesariamente es más saludable.

El agua y las almendras son ingredientes básicos y saludables, pero hay que tener cuidado con los aditivos extras que no aportan valor nutricional y pudieran estar causándonos inflamación.

Y recordar que no existen alimentos "buenos" ni "malos", pero si buscas reducir inflamación a través de tu alimentación, es recomendable disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados o con listas largas de ingredientes, como conservadores, aditivos, espesantes y colorantes.

*La información proporcionada en este contenido es educativa y no debe tomarse como consejo médico. Los resultados pueden variar. Consulta a un profesional de la salud antes de hacer cambios en tu dieta o estilo de vida. Este contenido no pretende difamar ni perjudicar a ninguna marca, empresa o individuo. Las opiniones son de la autora, basadas en su experiencia personal. No nos hacemos responsables de los efectos derivados del uso de esta información.



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